Sobre mí

Mi nombre es Flor Enjuto, soy malagueña y de la cosecha del 78 aunque en días buenos puedo aparentar ser del 79 y en días malos, del 47. Periodista por vocación y por falta de luces, cuento con más de 20 años de experiencia en el sector de la comunicación y casi 13 en el de la maternidad, aunque, sorprendentemente, aún no me han otorgado medalla alguna al mérito militar.

Soy madre de dos pelirrojos preadolescentes e hiperactivos, he pasado de los cuarenta y aunque tengo algunas patas de gallo y las cervicales destruidas soy toda una moderna que se hace piercings y toma cócteles en terrazas de moda, aunque los primeros nunca me cicatricen bien y los segundos me den resacas cada vez más duraderas.

A medio camino de todo, lo mismo leo a Sartre que devoro el Vogue, hago maratones de telebasura, de cine clásico y de películas europeas, canto por Calamaro, Aute y Maluma y, aunque cualquier médico me lo recomendaría no tomo medicación alguna. Por el momento.

Hace unos años creé el blog hijanohaymásqueuna donde me desahogaba de los asuntos de la crianza como madre novata, ahorrando en psicólogos y en chapas a los amigos y hoy vuelvo con este otro, loca por contaros todas las historias acumuladas de los últimos años sin vernos, para hablaros de todo y más, de la vida de una moderna pasados los 40, de la maternidad de hijas que ponen los ojos en blanco y hacen giro de muñeca y de hijos que viven pegados a la Nintendo y van al colegio con cintas de Naruto clavadas en la frente, de injusticias vitales como no tener una 38 o no haber ganado nunca el Euromillón o de todo lo que nos ocurre a cualquiera de nosotros cada día en esta vida atroz. Y todo ello contado, como ya me dijo alguna vez una buena amiga mía, a medio camino entre la sabiduría y el disparate. Vamos, como la vida misma.

¡Bienvenidos, queridos!

Flor Enjuto. La vida después de los cuarenta

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Hija no hay más que una