Mañana es mi cumpleaños

Mañana cumplo 44 años. Y los cumplo con la misma ilusión que cuando cumplí los 17, los 21 o los 30. Con menos colágeno, más ojeras e infinitas más responsabilidades, pero con la ilusión de quien empieza una nueva aventura y tiene mil proyectos en la mochila, aunque...

Planes de otoño y otras formas de sufrir un infarto

Que sí, que aún estamos en agosto y esto todavía es verano, que hace 40 grados a la sombra y que aún queda mucho para mi ansiado otoño, con sus chaquetitas, su nueva colección de Inditex y su vuelta al cole, pero en Málaga y esto no puede negarlo ningún malagueño de...

De ferias, buñuelos y cervicales

Siempre he sido más de Feria que de Semana Santa y, después de dos años sin catarla por la pandemia, lo suyo es que estuviera loquita por catarla. Pues no. Es curioso porque yo soy persona de quedarme con lo bueno de las cosas y olvidar nivel Alzheimer toda la parte...

El verano y otra formas de sufrimiento

Odio el calor. Mucho. Y odiar el calor viviendo en el sur de España es una cosa complicada porque aquí el frío llega poco y tarde, y la mayoría del año es época sahariana. Yo soy team otoño, claramente, que no sé qué le ve la gente de triste con lo bonita que es esa...

El teletrabajo y otros dramas

Cuando la gente me dice lo afortunada que soy por teletrabajar en lugar de tener que desplazarme a la oficina como hacía antes, la perdono casi siempre porque entiendo que en su mente de personas cuerdas no pueden ni hacerse una idea del circo que cada mañana tengo...